cuidado omiso

Autoridades en Texas
hacen poco sobre muertes,
peligros en guarderías

Cortesía de Shawna Diaz; Jeronte Reed; la familia Bingley.

Austin American-Statesman | Dec. 6 2018

Shane Martínez, Jaxson Partridge-Reed, Sebastian Bingley, Amani Ball.

Sus padres los enviaron a guarderías ubicadas en Texas, suponiendo que estarían seguros y protegidos hasta la hora de regresar a casa. Sin embargo, al igual que decenas de otros niños, murieron mientras estaban con las personas encargadas de cuidarlos.

Cada día, cientos de miles de padres envían a sus hijos a guarderías en Texas. Pero con más frecuencia de lo que indican las estadísticas estatales disponibles al público, hay niños que son víctimas de abuso sexual, abuso físico o negligencia en instalaciones de cuidado infantil, muchas de las cuales tienen una larga historia de problemas. Algunos niños han muerto o han resultado heridos en guarderías que ya habían sido penalizadas por violaciones similares, pero el estado les ha permitido seguir operando.

Una investigación del American-Statesman que duró todo un año reveló por primera vez con detalle las peligrosas condiciones que existen en muchas de las guarderías del estado. Desde el 2007, han dejado a cientos de niños con lesiones graves y ocasionado 90 muertes por abuso o negligencia. Cientos de niños han sido víctimas de abuso sexual en manos de las personas encargadas de cuidarlos, un aspecto alarmante de los peligros que derivan de la falta de supervisión exhaustiva por parte del estado en temas de cuidado infantil.

Jeronte Reed en su casa en Killeen sostiene una prenda de ropa que solía pertenecer a su hijo, Jaxson Partridge-Reed, quien tenía un año y medio de edad cuando murió en un centro de cuidado infantil ilegal en Killeen en el 2017. Jaxson es uno de los casi 90 niños que han muerto por abuso o negligencia en guarderías del estado en la última década. | American-Statesman | Jay Janner

Aunque la culpa de muchos de esos incidentes recae principalmente en los responsables del cuidado de los niños, los encargados de implementar regulaciones estatales en esta área tampoco han tomado las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los menores. De hecho, en los últimos años han revertido algunos esfuerzos que se habían diseñado para regular a las guarderías.

El estado de Texas ha reducido su vigilancia de las guarderías identificadas como peligrosas (como los centros clandestinos e ilegales que cuidan a miles de niños) y, hasta hace poco, no utilizaba sus propios datos para ayudar a identificar problemas antes de que se materializaran estas amenazas.

Compilando datos de dos años — desde enero del 2016 hasta enero de este año — el Statesman analizó 40,000 registros de inspección documentando sanciones estatales en contra de guarderías. El periódico produjo una base de datos para identificar patrones entre las lesiones. También obtuvo datos sobre lesiones y violaciones que no habían sido divulgadas por el estado.

Algunos de los hallazgos del periódico fueron:

  • Más de 450 niños, en promedio casi uno por semana, fueron víctimas de abusos sexuales en sus guarderías durante los últimos 10 años. En ese mismo lapso, las instalaciones de cuidado infantil del estado fueron citadas más de 3,200 veces por denuncias de abuso y abandono.
  • Casi la mitad de los niños que murieron por abuso y negligencia, 42 de 88 casos, estaban en guarderías ilegales. El año pasado, el estado cerró la unidad diseñada para rastrear estos lugares, argumentando que no estaban encontrando suficientes anomalías para justificar el esfuerzo. Las cifras muestran lo contrario.
  • Las regulaciones del estado de Texas referentes a los niveles de preparación requeridos para el personal que labora en las guarderías se encuentran entre las peores del país, y los funcionarios estatales se han negado repetidamente a cambiarlas, a pesar de ser un factor clave para predecir la seguridad en el aula y el desarrollo del cerebro infantil. En el 2016, incluso pararon un estudio diseñado para analizar el impacto que tienen los niveles de preparación del personal de las guarderías en las tasas de ocurrencia de incidentes, y lo cerraron antes de que los investigadores pudieran generar recomendaciones específicas.
  • Los inspectores de centros de cuidado infantil en Texas tienen pocas herramientas para sancionar a las guarderías y, en algunos casos, los mecanismos de supervisión del estado no detectaron el comportamiento peligroso de los cuidadores antes de que ocurrieran lesiones o la muerte. Por lo general, no se imponen multas ni se exige capacitación adicional cuando los cuidadores son acusados de maltratos, descuidos o de castigar incorrectamente a los niños. Y las multas que se imponen, principalmente por no haber verificado los antecedentes penales de sus empleados, son mínimas (tienen un valor promedio de $112), lo que permite que muchas guarderías sigan operando sin importar la cantidad de infracciones que tengan.

Tras recibir una copia de los hallazgos del periódico, el gobernador Greg Abbott prometió tomar medidas durante la próxima sesión legislativa.

“La principal prioridad del gobernador Abbott siempre ha sido la seguridad de los texanos, especialmente tratándose de nuestros niños”, dijo la portavoz de Abbott, Ciara Matthews. “Cualquier denuncia de abuso o negligencia infantil debe ser tomada en serio y el gobernador no tolerará esas situaciones en Texas. Trabajará con la Legislatura y los involucrados clave para identificar estrategias y acciones para evitar que estas tragedias ocurran en el futuro”.

En Texas, donde aproximadamente 1 millón de niños asisten a guarderías, los expertos dicen que los sitios más problemáticos surgen y prosperan porque los costos relacionados con el cuidado de los niños en centros que se han registrado con el estado son altos.

En el 2018, el costo promedio de los servicios en un centro de cuidado infantil con licencia en Texas fue de $9,102 por año, según Child Care Aware of America. Sin embargo, en Austin, son casi $9,500, ó aproximadamente $790 dólares por mes, según el Texas Institute for Child and Family Wellbeing, No sin mencionar que son comunes las largas listas de espera.

United Way for Greater Austin encontró este año que las cuotas para el cuidado infantil de tiempo completo en el oeste de Austin eran de hasta $19,740 por año.

Algunos padres optan por el cuidado infantil en el hogar, cuyo costo promedio anual en Texas es de $6,994, ó $582 dólares al mes, según Child Care Aware. Pero incluso eso es demasiado caro para algunas familias, especialmente aquellas con varios hijos.

El Statesman halló que Texas hace menos que cualquier otro estado por resolver esta situación y proporcionar subsidios para el cuidado infantil, los cuales son primordiales para las familias de bajos ingresos.

Es por eso que muchos padres recurren a las guarderías no reguladas, que se recomiendan de boca en boca, en las redes sociales o en sitios web como Craigslist.

En general, los niños tienen menos probabilidades de ser lastimados en un centro de cuidado infantil que en sus hogares, según un estudio publicado en el 2005. Sin embargo, la falta de información confiable, en Texas y en todo el país, hace que sea difícil medir con precisión el nivel de seguridad en las guarderías. Incluso los esfuerzos rudimentarios, como el requisito del gobierno federal de que los estados produzcan informes sobre los incidentes en las guarderías, se ven truncados por el mantenimiento de registros poco fiables.

Tampoco es posible tener una idea completa de las fallas en la seguridad de las guarderías en Texas porque el estado se ha negado a divulgar documentos que podrían ofrecer mayor claridad sobre las circunstancias detrás de algunos los casos más mortales.

El Statesman presentó en mayo una solicitud ante el Departamento de Familia y Servicios de Protección para obtener copias de todos los informes o investigaciones sobre fallecimientos en las guarderías de Texas del 2013 al 2018.

La agencia dijo que los registros eran confidenciales, pero se negó a solicitar un dictamen del fiscal general del estado Ken Paxton para obtener su permiso para retener los documentos, el proceso habitual para resolver disputas sobre solicitudes de registros conforme a la ley de Texas.

El Statesman tomó acción legal y en agosto del 2018, la empresa matriz del Statesman, GateHouse Media, demandó a la agencia por los registros, disputando su interpretación de la ley estatal y alegando que las guarderías están exentas de las reglas de confidencialidad citadas por la agencia.

En noviembre, el fiscal general dictaminó que el estado debe entregarle información adicional al periódico, incluyendo las investigaciones de muertes que resultaron de hallazgos por abuso o negligencia. Se programó una fecha en diciembre para que un juez escuche los argumentos sobre otros registros que el Statesman solicitó. GateHouse y el Departamento de Familia y Servicios de Protección están buscando resolver la demanda del periódico mediante un posible acuerdo.

Varios niños juegan en escuela Open Door Preschool en East Martin Luther King Jr, Boulevard en septiembre. La guardería sin fines de lucro voluntariamente contrata más maestros de los que requiere el estado por salón de clases. | American-Statesman | Jay Janner

Mientras tanto, la investigación del Statesman ya ha dado frutos.

Después de las preguntas que el periódico le hizo al estado sobre la unidad para la detección de guarderías ilegales, la Comisión de Salud y Servicios Humanos le pidió dinero a la Legislatura para restablecer un equipo que tenía la tarea de ubicar y cerrar los centros de cuidado infantil que operan ilegalmente.

“Nos preocupamos profundamente por todos los niños y es desgarrador escuchar que alguno haya sido lastimado”, dijo Carrie Williams, portavoz de la Comisión de Salud y Servicios Humanos, quien regula los servicios de cuidado infantil en el estado. “Las guarderías deben cumplir las promesas que le hacen a los padres. Los cuidadores deben ser responsabilizados; estamos haciendo todo lo que está al alcance de nuestra capacidad normativa para hacer que las condiciones sean más seguras. Impulsamos mejoras en las guarderías todos los días. La seguridad debe ser primordial cuando se trata de los niños”.

Los legisladores estatales ya han comenzado a abordar algunos de los otros problemas identificados por el periódico, como permitir que se hagan públicos más registros sobre las guarderías.

“Mi preocupación principal es el poco valor que se le da a la vida de estos niños y a la tranquilidad de los padres que quieren que sus bebés estén seguros mientras trabajan y tratan de criarlos” dijo el senador estatal demócrata de Austin, Kirk Watson